Después de vivir 7 años dentro del bosque Monarca de Altozano, a orillas de un campo de golf considerado como de los más bellos de México, en una de las etapas más bonitas de mi vida, una pequeña casa tipo loft, que llegó a ser mi adoración, de corte ecléctico, minimalista, rodeada de cuadros, algunos pintados por mí y otros comprados a través de los viajes que he podido hacer; mi vida dio un giro inesperado y me tuve que mudar a una casa cerca de la presa de Cointzio. Mucho más conveniente por la cercanía a mi trabajo y que, entre sus virtudes, tiene un gran jardín arbolado y floreado, muy “ad hoc” para hacer “n” cantidad de carnitas asadas, de construcción asemejada a una hacienda y bastante grande donde cabe perfectamente tu corazón, dijera “la galatzia”, aquel personaje interpretado por Cid Vela. Lo que terminó de decantarme por esta casa, es que está alejada del bullicio y de la falsa sociedad. ¡Ah! esto último no, ¿verdad?, Chente, ¡sal de mis pensamientos!; es pues el silencio sepulcral que tiene y que favorece a que pueda pasar del sueño REM al sueño profundo con más facilidad. A diferencia de la casa de mis señores padres allá en Uruapan, que me atrevo a decir que es quizá una de las mas bonitas del condado, pero tiene un defecto: es ruidosa, producto de los camiones urbanos, las campanadas de la iglesia, los cohetes de los barrios y los que se creen que pueden jugar a ser Toretto sobre las calles.
Estaba en la etapa del duelo por el cambio de casa a “Cuincho”, como le dicen los pobladores de la zona, cuando redescubrí, a escasa distancia la ciclo-pista que va de Morelia a Tiripetío. Y digo que redescubrí, pues en tiempos de la pandemia la transité varias veces en mi bici para escapar del encierro al que nos tenían sometido, con unas vistas espectaculares de la presa. Corrí entre pinos y cedros.
Mi primer acercamiento a la corrida fue allá en Uruapan, allá donde nací, allá donde dejé el ombligo, allá donde una persona, de manera artera, con una bata azul o blanca, nunca lo sabremos, me nalgueó a escasos segundos de haber llegado a este plano terrenal. ¡Vaya tipo! En fin, como les iba diciendo, estuvo a cargo de uno de mis mejores amigos, que lleva como hipocorístico “Villa”, que un día muy temprano, después de una épica borrachera, me dijo, “wey vamos a correr al parque”, a lo que yo comenté, “¿correr?, ni que fuéramos rateros”. Tras 5 cuadras de correr una calle que estaba empinada, y ya afuera del parque, al borde del vómito y el desmayo, mi compa me comentó: “Ánimo, correr te sirve para reflexionar”. Y que razón tenía, pues mientras recorrí durante media hora los senderos del parque nacional, reflexioné sobre la razón de beber ron blanco barato hasta altas horas de la madrugada sin temor a Jesucristo redentor.
Mi segundo acercamiento fue mientras vivía en Altozano, pues compré un reloj de esos que te registran, con pelos y señales, todas las métricas para salir a trotar media hora y llegar calientito a la clase de tenis de la 8 a.m., que me quedaba a 50 metros, literal, de mi loft. Y darlo todo. Según me dijo un día un compañero de clase, que yo tenía la garra de Rafa Nadal, pues corría a todas las bolas, y eso me motivaba a no faltar nunca. Más tarde, el profe Pablo me desilusionó diciendo que lo único que tenía parecido a Rafa eran las nalgas. Maldito profe. No le deseo el mal, pero ojalá cada que compre galletas Oreo le salgan sin cremita.
La tercera fue la vencida, y es que estando con mi novia, me dijo que a su abuelo le parecía “llenito”, después de hacerle una visita, más tarde, Gari una amiga, sugirió que por que no me ponía a correr. Y para crucificar lo poco que quedaba de mi muy lastimada dignidad, tiempo después, estando en una comida, la susodicha emitió al aire un muy soberano y tremendo: “ya le dije que baje la panza…”. Es decir, argumentos políticamente gravosos e incorrectos solamente equiparables a: ¿por qué las quesadillas en la CDMX no llevan queso? Dicho de otra manera: que mi complexión se estaba tornando, ya no digamos en cuestiones mórbidas, que ya no por salud, sino por higiene, que hiciera algo al respecto. Que era ya una inmundicia. Que aquello se estaba convirtiendo en dimensiones “rotoplasticas”.
Pinche Alejandra.
Tras un breve tutorial que consistió en calentamientos previos, sobre no salir corriendo como si te estuviera persiguiendo la DEA, sobre cómo pausar el reloj en cuanto termines de correr para que no se afecte tu desempeño, de caminar después de correr para bajar las pulsaciones, sobre respirar por la nariz para evitar el dolor del caballo mi maestra de yoga estaría orgullosa, y tras los primeros momento de correr donde por lo general me estaba casi muriendo, ¡tener resiliencia!, Javier Marías decía que las cosas parecen difíciles en cuanto se les piensa, pero imposibles cuando se les sobre piensa.
Ahora veo las ventajas de correr, hacer un Javier Aznar, que corría para permitirse toda clase de excesos contra su salud me representa, como el del lujazo de beber una cerveza bien fría y comerte un taco después de correr. ¿Hay algo más bello? ¡Claro!, ver campeonas a mis Águilas del América. Correr ha aliviado mi colitis producto del estrés. Corro mientras hago toda clase de reflexiones, conjeturas, elucubraciones, divagaciones, posibles escenarios: de por qué no se me ocurrió tal cosa en tal discusión; disociaciones, tales como: ¿por qué Britney Spears hizo un video bailando con unos cuchillos?; sobre si algún día ¿podré bailar como el Lobo Vázquez?; que el programa Between Two Ferns es el mejor de todos los tiempos; o ¿por qué nuestros papás nos prohibían ver a Los Simpson cuando estábamos chavos?; ¿por qué los gringos reeligieron a Donald Trump? ¿Huyen de la inteligencia o qué?; o artículos como este que escribí en mi mente mientras corría.
Sobre descubrir qué es lo que te inquieta: el precio de saber todo lo que pasa en el mundo es el de no saber lo que te pasa a ti. Sobre que la sociedad ha perdido su rumbo y nos hemos entregado a un hedonismo de supermercado y una democracia de autoservicio. Sobre como mejorar la productividad de mis negocios, sobre darle la vuelta a la indignación de mi pareja del por qué estoy perdiendo peso rapidísimo, sobre alimentar a mi artista interior. Ahora me acompaña hasta mi perro, que todas las mañanas me ladra fuerte, como diciendo: ya levántate, ¡vámonos! Corro por que motiva a ser mejor persona; corro para perseguir mis sueños, así como los perros que nos encontramos también nos persiguen. Corro con una playlist de Westlife que recién descubrí. Quizá parezca un gay de tomo y lomo tipo a la Michel Houellebecq, pero más bien me transporta a mis años de adolescente en las tardeadas de la secundaria. También corriendo me hice amigo de un italiano nacido en Roma que se llama Franchesco della Rovere y que cada que lo veo corriendo le grito cosas como: ¡Buongiorno, Franchesco!; ¡Arrivederci, ragazzo!; ¡Che brutta situazzione, Francesco!; ¡In tutti la madona, Franchescho! y una serie de idioteces italianas aderezadas a la mexicana.
No sé, pero eso de correr debajo de un solazo, como si estuviera haciendo la fotosíntesis, ha traído un nuevo impulso a mi vida. Quizá termine aprendiendo italiano, quizá termine corriendo un maratón, quizá a mi próximo hijo le ponga Franchesco, quizá nunca deje la bici y mucho menos el tenis, quizá vuelva a dormir sin preocupaciones, quizá el mensaje mas esperanzador que puedas dar a otros consiste en tu propia curación, o solo quizás.
Echele kilos mijo!! Bueno.. no… mejor echale ganas a la corrida, a ver si asi vienes a visitar a tu nueva sobrina… por si el jeep no jala.,
Qué alegría saber que corres y vives con intensidad. La vida es corta y hay que disfrutar los pequeños detalles. Que venga un año lleno de sueños cumplidos y de paz en el corazón . Un abrazo.
Que belleza leerte, huchepo! Abrazo!
ESTIMADO GERARDO TE ENVÍO UN FUERTE ABRAZO,, ME GUSTARÍA ME ENVIARAS TU NÚMERO CELULAR PARA COMPARTIR CONTIGO MIS PINTURAS, NO SABÍA QUE TÚ TAMBIÉN Y ME GUSTARÍA UNA CITA PARA VERNOS TENGO MUCHO QUE PLATICARTE HA PASADO MUCHO TIEMPO, Y la “ AMISTAD “ HAY QUE REGARLA SIEMPRE TE ESTIMO MUCHO Y HAGAMOS UNA CITA,,, PARA PONERNOS DE ACUERDO TENGO POR TÍ BUENOS SENTIMIENTOS COMO TÚ SABES ATTE , PEDRO L ĢONZALEZ!!!
Que facilidad tienes para escribir, me gustó mucho, felicidades 😘
Gracias Gera que bella situaciones..como solo tú sabes describirlas!
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