Hay quienes dicen que el destino no existe, pues yo digo que si existe, y digo que si, por que si no se nos atravesaran todas las personas en nuestro camino, no seríamos los mismos , no evolucionariamos.
Y ese destino inició cuando descubrí que el tenis era algo que me gustaba, algo que me llenaba.
Ese mismo destino que me colocó un domingo en un club de raqueta de uruapan, allá donde yo nací.
Ese destino que conspiró para que todo coincidiera, y que no permitió que no fuera.
Fue ahí que la conocí, difícilmente alguien me hace perder la calma, ese día la perdí.
Ese sentimiento a tope, que te das cuenta que es ella, ni exentando biología, ni juntado a todos los médicos del mundo te saben decir que es lo que quieres salvo la mente y el espíritu.
De esas veces que la miras a los ojos y ahí te encuentras, como cuando miras un espejo y te ves a ti mismo.
Que no dejas de pensar en ella, como un televisor que siempre mostrara el mismo canal.
Un destino que se ha disfrazado de casualidad.
Como alguien instantáneamente con su presencia hace que estes hecho un idiota en cuestión de segundos o ¡menos!.
Aquel destino que juntó el tenis y a ella en el momento adecuado, a la hora adecuada.
Esta es la historia de una valiente, esta es la historia de Adriana mi hermana.
Una valiente que no se dejó llevar por los preceptos sociales, la presión de elegir una vida, un empleo, una carrera, una familia, una pantalla, una lavadora, un carro, un teléfono, una hipoteca, ropa deportiva, maletas, bolsas, zapatos, nada de eso, ella eligió vivir libre y valientemente.
Una valiente de la nombrada generación perdida, que nació cerca de la frontera de los millenials, que vivió el bombardeo del consumismo de los años 80 y 90´s, los primeros pininos del internet, la caída del muro de Berlín, la aparición del SIDA. Una valiente que lucho toda su vida por sus ideales, hasta el último minuto de su existencia peleó valientemente, así fue ella.
Apenas logro traer a la mente unos de los primeros recuerdos que tengo, de niños mis 2 hermanos y yo esperábamos en un departamento que vivimos en la calle Cupatitzio cada noche a que papá llegara después de trabajar, solo nos protegía una reja especial para que no nos partiéramos la cara. Papá subía unas interminables escaleras, emocionados escuchábamos sus pasos, su voz y nos peleábamos por ver quién sería el primero en recibirlo, nuestros primeros momentos juntos.
O como cuando fuimos en el 2006 a Europa, entramos en un Public House, en Lugo España, a ver un partido entre Brasil y Japón del Mundial del 2006. Había una promoción de cerveza brasileña que por cada 4 cervezas consumidas te regalaban una playera con el logotipo de Brahma, no recuerdo quien ganó, pero sí que salimos con 8 bonitas playeras.
O los mil viajes que realizamos con mis papas siendo nosotros unos niños, con el relajazo que implicaba ir juntos los 3 en la parte trasera del vehículo, molestándonos, hasta sacar de quicio primero a Ady y luego esta a Papa al reclamar justicia, sin duda momentos felices.
En la portada de su Facebook, encontré una frase que dice, “Se tan absolutamente libre, que tu mera existencia sea un acto de rebeldía” y esta frase vaya que la llevó como un estandarte de vida.
Si duele en el alma alcanzar a despedirte de alguien a quien quisiste con todo el corazón, es devastador no despedirte de alguien que no vas a volver a ver nunca en tu vida, ¡que Dios tan injusto!, como aquel último día que pasó caminando por el portal de mi casa, aquel ultimo día que estuvimos los 3 hermanos juntos conviviendo en un bar, aquel ultimo día que salió de su casa para nunca regresar, para encontrarse con la muerte.
Para nuestra desgracia, el 8 de septiembre del 2017 nos avisaron que la habían encontrado, luego de un desgastado secuestro, en el Servicio Médico Forense reconocimos sus manos, sus pies, su ropa, toda ella.
Y ahí estaba mi Ady, su cuerpo, reposada, su cara enternecedora, viendo al cielo, como los libros abiertos miran los techos de los cuartos, como mirando su próximo destino, nos despedimos tocando su mano y bendiciéndola con la misma convicción que lo hace un obispo.
Nunca me había sentido tan impresionado, tan ofendido, tan agraviado, yo que juré matar a los responsables, reconvení no causarle nunca ese dolor a nadie, casi desmayándome, hui de la sala donde la vi por última vez. Papá todavía se despidió amablemente, con una sonrisa y deseando un buen día a los médicos forenses, para luego sacar su celular y comunicarle a mi Tío Arturo que organizara los funerales, aún, a veces, acordarme de esa voz, me despierta por las noches.
Papá, que nunca lo había visto derramar una sola lagrima, soltó unas pocas, me alcanzo al estacionamiento, me abrazó, me dijo que teníamos que ser fuertes por mi Mamá e Ivanna mi sobrina. Yo que estaba haciendo todo el esfuerzo posible para no llorar, me descontrolé.
Más tarde, cuando llegamos a casa, ya había muchas gentes de mi familia que habían ido a apoyarnos, todos en silencio, ningún murmullo, todos a la expectativa, al ver a mi Mamá y abrazarla, me hizo sentido lo que alguna vez oí por ahí, no hay nada más aterrador que sentir a un ser humano con el corazón desgarrado.
¿Cómo a alguien le cabe en la cabeza obligar a una familia a separarse, obligar a una familia ver partir a su ser querido?
Pareciese que la existencia de lo que amamos dura un segundo y luego se esfuma, conocer todo de ella, hablarse seguido para beber cerveza con una sed que ni África en su conjunto la ha sentido, reírse del comportamiento de la gente, burlarse de los gorditos, de los viejitos, de los chaparritos, de todo mundo, degustar mil comidas, cenas, y de repente no volverla a ver jamás.
Se necesita tener esa elegancia espiritual para entregarse a la muerte como Adriana se entregó. Se dice que cada quién vive su muerte como vivió su vida y así fue, intensamente pues sabia de todas las amenazas que recibió previamente.
Y puedo decir esto con autoridad, pues basta ver la asistencia multitudinaria de todos los amigos y familiares que fueron a despedirse de ella, que fueron a ver morir un proyecto de vida, que fueron a mostrarnos respeto por el sufrimiento humano.
Y te preguntas mil veces, ¿Y ahora qué?, como cuando de repente te prenden las luces del bar. Nada, solo llorar en línea recta hasta que los ojos se sequen.
A 5 meses de distancia para quienes hemos experimentado una perdida, solo nos queda renacer, hacer una reingeniería de tu vida, cuestionar tus acciones, toda muerte tiene una perspectiva esperanzadora, de crecimiento personal, de conocimiento a uno mismo, de detenerte a elevar la calidad de vida de los vínculos que aún se quedan contigo, se dice que la tragedia de la vida es una comedia mal leída.
Me quedo tranquilo, me quedo en paz, pues sin ella se ha perdido todo, me gusta creer que Ady ya está tranquila, feliz y libre, en otra dimensión, el cuerpo solo es un pretexto del espíritu, somos un evento en el tiempo más allá de lo que creemos, inexorablemente algún día nos volveremos a ver, como le dije a ella justamente cuando mi primo Pico se fue, todos nacimos para morir, pero duele cuando alguien se adelanta.
Se debe estar preparado para cualquier cosa o de lo contrario no se está preparado para ninguna.
Somos lo que fuimos, hoy es el momento de soltar y ¡seguir con las mismas ganas de soñar!
Si llegaste hasta aquí , es muy probable que te preguntes quien es el Dr Ibar y por que le hago un ensayo, comenzare diciendo que el Dr Ibar tiene como nombre Jorge Ibargüengoitia, nacido en 1928 en Guanajuato, cuyo oficio es haber sido escritor.
Si aun te sigues preguntando que quien chingados es Jorge Ibarguengoitia o el por que viene al caso este personaje?, pues bien, todo se remonta a que tuve la oportunidad de ir a una exposición agro-alimentaria recientemente en Irapuato, ciudad perteneciente al estado del Plan de Abajo según el Dr Ibar.
Quiero que sepas que el Dr Ibar fue un muy buen escritor, pero decirte esto ,es como cuando le preguntan a una mama sobre si su hijo es guapo, por lo tanto seré cualitativo.
El Dr Ibar nos dejó como legado varios libros entre ellos los muy famosos “La Ley de Herodes” , “Los Relámpagos de Agosto” y cuyas publicaciones le valió el premio “Casa de las Américas” que es por decir traducido en términos futboleros como ganar la Copa América , de no haber sido por su trágica y prematura muerte era casi seguro que ganara el premio Alfonso Reyes que es como ganar “La Liga Mx” y quizá también el ” Miguel de Cervantes Saveedra” que hace honor a lo mejor de las letras en el idioma castellano, que es como ganar la Copa Confederaciones.
Mi primer encuentro con el Dr Ibar se remonta en el año 2004 cuando estaba viviendo en la ciudad de México y estudiaba la preparatoria en el Tec de Monterrey campus Ciudad de México y que el primer día que pise ese campus me hizo sentido el por que de la frase “Haz patria y mata a un chilango”
Justamente mi primer día de clases en la materia literatura o el equivalente conocí al Dr Ibar por que la maestra una atea chaparrita ojiverde de firmes palabras pero finas maneras que encerraba una sensualidad misteriosa y cuya forma de hablar me hace concluir que tenia demasiada paz interior, nos pidió como tarea hacer un ensayo de la Ley de Herodes.
Es así que compré el libro y al leer las primeras paginas quedé profundamente enamorado de esta literatura plagada de humor un tanto rocambolesco, de un sarcasmo mexicano, notoriamente fino y salvaje a la vez , quizá el Dr Ibar es la criatura que mas influencia ha tenido sobre mi manera de escribir.
Pues bien cuando entregué mi resumen del libro, tuve mi primer desencuentro con aquella maestra que yo medio idolatraba, bastó que lo leyera durante aproximadamente 3.1 segundos para voltearme a ver con ojos de pistola y comentarme que eso no era un ensayo si no un resumen.
Contrariado me puse a investigar con el señor Larousse para entender que era un ensayo, recuerdo que se me acerco un espécimen alimentándose con un tamal rosa fosforescente dentro de un bolillo (y pensar que antes cazábamos mamut con lanza), Guillermo que por sus facciones apostaría que en otros tiempos fue algo así como el ultimo tlatoani , y con un “cámara valedor” se ofreció a ayudarme a elaborar mi ensayo, para que sirva de dato cultural un ensayo es una opinión muy personal en forma de escrito breve sobre un tema en especifico.
Tras el primer intento, volví a la carga con la corrección del ultimo tlatoani, después de leer mi ensayo la maestra me dijo que no era posible que yo hubiera escrito eso, pues estaba muy bien escrito, que lo había plagiado, que le estaba fallando al Tec de Monterrey y por este hecho seria acreedor a una deshonestidad académica ( que al acumular 3 , te corrían del Tec), lo primero que se me vino a la mente es que la que le estaba fallando pero a Jesucristo era ella con sus comentarios anticristianos durante las clases.
Estaba ardiendo Roma, cuando hizo su aparición el último tlatoani para dar fe de que efectivamente había sido yo el autor intelectual del mentado ensayo, gracias a esto, saque de calificación uno de los pocos dieces que tengo en mi haber académico, en agradecimiento por los servicios otorgados decidí sustituir el apodo de “el ultimo tlatoani” por el de su nombre de pila Memo, lamentablemente me toco ver como lo atropellaban y fallecía a escasos metros de mi, la maestra en el funeral recuerdo que fue una de las mas afectadas, luego me entere quien sabe como y quien sabe por quien, que Memo le había estado dando mantenimiento sexual preventivo a la maestra, lo cual explicaba tanta mortificación.
Si no has leído al Dr Ibar, te lo recomiendo ampliamente, después de algún tiempo leí la saga “Las Muertas”, “2 Crimenes” y ” Estas Ruinas que ves”, las 3 novelas comparten la misma geografía “ficticia” en el céntrico estado mexicano del Plan de Abajo y que hace alusión a Guanajuato, también describe ciudades ficticias como por ejemplo, Cuévano, Muérdago, Pedrones, Cuerámaro, en algún momento menciona a las famosas poquianchis y con una sátira increíble ridiculiza sus personajes en una época donde el PRI fue el partido hegemonico de México
Jorge Ibargüengoitia fue ante todo un literato con alto sentido critico, no le gustaba que lo consideraran un simple humorista ya que fue un escritor serio, riguroso, ordenado y meticuloso, vale la pena que desempolvemos sus libros y le aprendamos todo lo magnifico de sus escritos, un tanto desconocido para la media mexicana por no tener en su haber tantos premios que lo reconozcan , pero como el decía , no hay que confundir lo grandote con lo grandioso.
Pues bien resulta que en mi visita a la agro-alimentaria de Irapuato viajando en la carretera de regreso a casa vi un letrero que decía “Cueramaro —> 20 Km”, no dude ni un segundo en desviarme a conocer esta ciudad y de la cual ignoraba su existencia pues casi todas las ciudades de sus obras son ficticias, paseando por sus calles ,viendo las construcciones muy al estilo guanajuatense, llegue a un punto donde una motopatrulla tenia cerrada la calle, aparentemente no se veía que hubiera algún evento extraordinario, por lo que presione acercando el carro con la intención de que despegaran el camino, a lo que me increpó un tamarindo de que iba circulando en sentido contrario, voltee a ver los carros estacionados que apuntaban en mi misma dirección, alegué esa seña con el transito y le comenté que no era de por ahí que estaba perdido queriendo salir a una carretera equis, como si nada le hubiera dicho me pidió mis papeles y sacó un desarmador con la intención de quitarme una placa, con un inútil, y un billete de Sor Juana puse fin a mi diplomacia para que me dejara en paz, salí bien librado.
Esta noche la soñé, con bigotes y oliendo a azufre. le perdí el respeto..
Si a alguien le debemos la Familia Silva todo lo que somos, es a esa gran institución que es mi abuelo Carlos Silva Morfin, pocas personas existen en la actualidad como Don Carlos, nacido en este pedazo de tierra, hace 91 años un 9 de Julio de 1925, hijo de Don Ignacio Silva un tenaz empresario de la época y de Evangelina Morfin, oriunda de Chilchota, padres amorosos y por qué no decirlo, también de la vela perpetua, el primero de cuatro, Don Carlos nació y creció con vena de comerciante, apoyado por su padre, fundó su propio almacén, “Cajón de Ropa La Galatea” cuyo lema fue “de tan barato que da ni el marchante regatea” ubicado en el extinto parían un 21 de Febrero de 1941, que más tarde se reconvertiría en La Nacional, según Don Carlos dice que los primeros días que abrió al público, no vendió ni un solo peso, al ver esta situación fue con mi bisabuelo a decirle que quería tirar la toalla, mi bisabuelo le contestó: hijo vas empezando, ¡nunca te rindas!, bajo el lema que mi bisabuelo siempre nos enseñó, bondad familiar y tenacidad comercial enseñó a Don Carlos que la única vía era trabajar duro y tener la fe puesta en Dios, luego aclientar el changarro con tal éxito que se tuvo que mudar al Portal Carrillo donde actualmente está La Nacional y después comprar el negocio de al lado que justamente era de mi bisabuelo, el resto es historia.
Pero yo relataré de lo que yo viví con él, de lo que me consta, Don Carlos ama intensamente a todos sus hijos y qué decir de mi Abuela Olga, pero me atrevería a decir que ama aún más el chocolate y todo lo que tenga cara de postre, cuando era joven Don Carlos tuvo un accidente que le destruyó el fémur, situación que le hizo tener que controlar su peso durante el resto de su vida pues el implante que le hicieron soporta cierto peso, es así que supondría llevar una dieta estricta impuesta por “La Madre Superiora”, y supervisada por “las Sores”, que no es otra cosa que su esposa e hijas de quienes se refiere cariñosamente.
Dentro de este contexto, tuve la honrosísima misión de convertirme en el contrabandista personal de Don Carlos, ¿quién crees que fue el artificie de que se rompiera esa dieta?. Los domingos después de comer ,Don Carlos con una seña muy al estilo de la Cosa Nostra me indicaba que era el momento de poner en marcha la operación ya prefabricada, Don Carlos obviamente financiaba mis actividades subversivas dándome dinero a modo de domingo, unos 50 pesos mientras a mis demás primos les daba 20 ,con dichas instrucciones, los nervios me acechaban, pues recibir un palazo de La Madre Superiora era latente, con los nervios de punta y cuidándome las espaldas al estilo del inspector Clouseau, compraba 3 snickers en la farmacia de la esquina, los guardaba entre mis ropas y emprendía mi regreso a casa, el miedo que me implicaba timbrar para que me abrieran, pues de pensar en que mi abuela me interrogara de que por qué me había salido de la casa, pero curiosamente no me decían nada pues desde niño he sido muy independiente y así como llegaba solo a casa de mis abuelos, también solo me iba, yo de 10-12 años aproximadamente; un experto en el contrabando llegaba hasta la pieza de Don Carlos que ya se encontraba con cortinas a medio cerrar para que el delito quedara impune, desenfundaba la mercancía y con un angelical “Gracias Papá” comíamos en silencio los chocolates, Don Carlos saboreaba cada mordida como si fuera la última , en esa atmósfera tenue se me figuraba el cuadro “café nocturno” que pintó alguna vez Van Gogh y del que se refería según, que la obscuridad de los cafés son donde puede uno arruinarse, volverse loco o cometer crímenes, se me vino un Dejavú.
Todos los domingos íbamos a comer toda la familia al Hotel Concordia aproximadamente unas 30 personas, recuerdo que Don Carlos me decía, “Gera llévale esta tarjeta de crédito a la cajera, dile que tiene prohibido recibir otra tarjeta de crédito” yo que siempre realicé las misiones más peligrosas de mi abuelo, inmediatamente le llevaba la tarjeta con el mensaje a la cajera quien respondía con un ” Aaaay Don Carlitos”, no dejaba pagar a nadie, esa era una de sus maneras de decir que nos amaba, que nos protegía.
Me impresionaba el tiempo que hacíamos del hotel a su casa, pues un tramo de 2 cuadras y que supondría 5 minutos a un muy buen paso, se convertía en 1 hora, pues cuanta gente nos encontrábamos, misma que se paraba a saludarnos y platicar con él, mi abuelo siempre orgulloso de los que lo acompañábamos, nos presumía y nos llenaba de elogios.
Otra manera de demostrar su amor por ejemplo a mi abuela, era lanzar en el comedor de su casa y en plena comida familiar un comentario al aire con tal vehemencia que todos los presentes callaban en el que afirmaba categóricamente que “a una mujer no se le pega ni con el pétalo de una rosa, pero si con el palo de la escoba”, mi abuela casi exorcizada de la indignación lanzaba una llamarada de reclamos, a esto Don Carlos solo reía y me comentaba “¡Anótale!”, vaya que si le anoté pues esa controvertida pero bonita reflexión me ha servido más que años enteros de carrera universitaria.
En la parte trasera de su casa tiene un patio que tiene un pedacito de jardín, que el mismo supervisa sus respectivos cuidados, tiene de todo, rosales, floripondios, café, un naranjo, camelinas y muchas otras plantas que no me se los nombres, pero todas coloridas, a nosotros sus nietos nos asignaba un rosal y nos comentaba que en función nos portáramos, así estarían de floreados o descuidados. Luego los domingos, los nietos acudíamos a su casa quien nos acompañaba a ver nuestro rosal y presenciaba el debate en que los nietos nos enfrascábamos para demostrar quien había sido ya no el mejor portado, si no el más chingón!
Don Carlos fue el que me inculcó el espíritu de bullying que prevalece hasta nuestros días, muchas veces recibió visitas en su salita del patio principal y que cuando llegaba la hora de despedirse, me solicitaba enérgicamente, enfrente de todos, acompañara hasta la salida a la visita en cuestión, pues luego no fuera a clavarse un vidrio ó desaparecer una maceta.
Pero no todo es risas y diversión, si mi abuelo hubiera logrado su cometido estoy seguro que no estuviera hoy honrándolo escribiendo este blog, según pues, estuve cerca de no llamarme como me llamo, pues Don Carlos quería me pusieran Teodoro en vez de Gerardo, en honor a su bisabuelo del mismo nombre y de quien se jactaba había procreado cerca de 25 hijos con la misma mujer, es por esa precoz acción que los Silva somos muchos, por fortuna mi madre mostró ser implacable a la hora de la crucial decisión.
Es mi oportunidad de echarle la culpa a quien me enseñó hábitos nocivos para la salud, pues cuando yo regrese a vivir a Uruapan en el año 2008 aproximadamente, después de un breve deambuleo por Guadalajara, México y Morelia, resolví ir a comer absolutamente todos los viernes con mi abuelo, según mi mente, trabajó de la siguiente manera; “es viernes, en casa de tus papás no dan cerveza, no dan tequila, no dan vino tinto, en casa de tu abuelo si, ve no seas pendejo!”, es así que los viernes, mi abuelo desde las 2:40 ya me esperaba impaciente, cabe señalar que a las 3 p.m. en punto Don Carlos toma sus alimentos, incluso me llegó a hablar muy temprano a mi centro de trabajo con 2 objetivos: 1 supervisar hubiera llegado temprano a trabajar y que en la mayoría de los casos las muchachas de recepción previo adoctrinamiento me enlazaban las llamadas a mi celular y contestaba con un “si abuelito ya estamos jalando” y 2, corroborar fuera a llegar a las 2:40 en punto para iniciar con los alipuses, así pues, degustábamos cerveza marca indio muy helada, tequilita, agua de toronja sin colar, quesito añejo, todo esto en la salita que tiene en la parte trasera del portal de su casa, que da a un patio lleno de coloridas flores, donde pega el sol muy agradable, mientras escuchábamos canciones como “duerme negrito” ,”milonga consentida”, entre otras de Atahualpa Yupanqui, luego pasábamos al comedor, donde nos esperaba una botella de vino tinto y comida deliciosa cocinada por mi abuelita, discutíamos intensamente de política; mi abuelo siempre fue un panista de hueso colorado.
Mientras finalizábamos el banquete con un café de olla riquísimo, jaletina como él dice, rompope, un pedazo de chocolate Moctezuma que obvio conseguía contra la voluntad de los ahí presentes, y para cerrar con broche de oro me ordenaba le sirviera un ron Havana 7 años sin hielo, con pura coca, después luego me pedía ahuecara el ala, so pretexto que La Nacional, mi centro de trabajo, debería estar muy sólita sin mí a esas horas, con el mal del puerco sobre mis hombros, recorría las 2 cuadras a mi trabajo cual vil zombie.
Una vez estando en mi oficina, me habló una recepcionista bastante apurada y que me decía que mi abuelita Olga había llamado de emergencia pues mi abuelo se había caído y estaba sangrando, inmediatamente me pare de mi silla, ordené a un colaborador que iba pasando por ahí , dejara todo lo que estaba haciendo y me siguiera, baje corriendo las escaleras, en el piso de ventas, me encontré a mi hermano Carlos y le comenté me siguiera también, corrimos tan rápido que las personas que nos veían, estoy seguro pensaron huíamos después de robar un banco, llegamos a casa de mi abuela y efectivamente encontramos a mi abuelo inmóvil bocabajo, en un escandaloso charco de sangre, mi abuela llorando desconsolada, nosotros temiendo lo peor, pero esto disminuyó un poco cuando nos empezó a hablar, que lo levantáramos y lo sentáramos , fue así que realizamos la operación y al vernos la cara de espanto comentó, “ve nomas como me dejó tu abuelita”.
Mi abuelito Carlos siempre se caracterizó por ser una persona excesivamente trabajadora, íntegra, llena de valores, profundamente religioso pero sobre todo un gran filántropo, no es motivo de este artículo, ser presuntuoso, pero para efectos de entendimiento es importante decir que mi abuelito según algunos de mis tíos llegó a tener una sólida posición económica, y es a raíz de esto que quiero exaltar su grandeza, pues al ver en aquellos años que a Uruapan le faltaba infraestructura en cuanto a educación se refería, se puso manos a las obras y junto a muchas otras personas, activamente, compraron terrenos y los donaron a instituciones como El Instituto Morelos secundaria y preparatoria, El Instituto Don Vasco, el Seminario Menor de Uruapan, el Asilo de Ancianos, la Casa de la Amistad entre muchas otras, no solo eso, ayudó a cuanta persona necesitó atenciones médicas, a quienes pasaban por penurias económicas, remuneró generosamente a todos sus empleados ,desprendiéndose de todo lo que tenía, de esta manera regalando más de la mitad de los recursos que llego a poseer, algo de lo cual me enorgullezco y me hace sentir que ese ejemplo que nos dio, me hizo ser la buena persona que creo ser.
Hace ya bastantes años, Don Carlos sufrió un secuestro de unos pocos días de duración y cuyas negociaciones tuvieron puntos peligrosamente ríspidos, no obstante, a su regreso, recuerdo vagamente estábamos todos en casa de mis abuelos esperando llegara de ser rescatado, me acuerdo muy poco de esto, pero tengo la vaguísima idea que llegó como si nada hubiera pasado, siempre protegiéndonos emocionalmente, por ahí alguien le preguntó, que como lo habían tratado o si tenía alguna dolencia física y en vez de despotricar contra sus captores o contra el sistema, comentó que había probado las mejores enchiladas de toda su existencia y para amortiguar su cautiverio a la intemperie, nos dijo que se hospedó en un hotel tan increíble que tuvo todo el tiempo de ver ese cielo que lo vio nacer, y beberse de golpe todas las estrellas.
Todavía voy todos los viernes a comer con Don Carlos, pero mi abuelito ya no me acompaña con la cervecita o el vino tinto, cada vez que me ve tomando una, sonríe nostálgicamente y me hace unos ojitos como preguntando ¿está buena?, tampoco podemos escuchar a Atahualpa Yupanqui por que no soporta los ruidos, ya no podemos caminar en el portal de su casa, y sostener una conversación es demasiado complicado, me entristece que de ser el súper padre que algún día nos protegió, ahora nosotros seamos quienes lo protegemos, me atrevo a decir que quizá sea uno de los nietos en quien más confianza tiene, pues he sido testigo de su proceso de vejez donde me ha tocado desempeñar labores para atenderlo, sabiendo esto, cada viernes, me siento en su silla de ruedas y hago como si fuera a jugar arrancones, me acuesto en su cama y juego con los aparatos que reclinan el respaldo, le cuento chistes malos, le pongo tangos argentinos o le doy el rol en su silla de ruedas, todas estas tonterías el cariñosamente responde con una mirada tierna y una risa débil muy similar a la de pulgoso.
Así es la vida y la muerte es una ley natural de Dios, estoy seguro que cuando el ya no esté y recuerde su cara, sus pláticas, me llenará el alma de tristeza y nostalgia, solo prometo que me limpiaré las lágrimas, sonreiré y diré, “la vida sigue adelante” como él mismo me enseñó un día que lo sorprendí en su habitación llorando la muerte de uno de sus hermanos.
Tienes 15 años y tu primera novia es el “amor de tu vida”, estas enamoradísimo, das tu primer beso, vas al cine, tus primeros pininos en el carro de tus padres, le platicas a todos tus amigos, quieres que todo mundo se entere, los nervios te apoderan al verla, pasan las semanas, terminas con tu novia, te rompe el corazón, tu estado emocional esta hecho pedazos.
18 años, ya tienes más experiencia ,tu tercera novia, entras a la Universidad, se te abre el panorama, conoces personas nuevas, te diviertes, vas a todas las fiestas, te vuelves a enamorar, eres mandilonzazo , la llevas a bares, la llevas a los antros, ahorras a duras penas para comprarle regalos, tienes muchas aventuras, truenas, tu estado emocional esta hecho pedazos.
23 años, tu vida esta más definida, por lo general se tiene una carrera profesional, te cambió la perspectiva, conociste infinidad de personas, te echas un clavado en el mágico mundo de los Godínez, realizas tus primeros viajes, se abre la mente a nuevos mundos, nuevas culturas, se empieza a esbozar una personalidad más definida, aparecen pensamientos sobre tu libertad e independencia, la soledad te acompaña una época de tu vida.
25 años,una nueva etapa de tu vida, después de varios análisis existenciales, aquí vamos otra vez, tu sexta novia, la llevas a restaurantes, la llevas a bares, le regalas muchas cosas, pasan muchos cumpleaños juntos, la empiezas a amar como a ninguna ,la llevas a antros, la llevas a conocer a tu familia, quienes por cierto se destantean al ver el grado de seriedad, conoces a su familia, los abuelitos te echan porras, las abuelitas te presionan a que te cases, viajas con su familia, viajas con otras parejas, viajas con ella, conoces lugares inolvidables, paseas en barco, la luna y las estrellas son testigos de caminatas nocturnas, degustan platillos exquisitos, se emborrachan juntos, snorkeleas con focas y tiburones, siempre juntos, siempre felices,la ataca una mantarraya, vas a ayudarla, te ataca también, terminan en el hospital angustiados, no pasa nada, te carcajeas del incidente, sigues tu viaje, se abrazan, se besan, se prometen amor eterno, van a mil bodas, mil fiestas juntos, bailan, contabilizas miles de momentos, miles de besos, miles de abrazos, miles de “te amo” irremediablemente viene esa etapa dura, se pelean, luego más peleas, no te entiende, no la entiendes, después de varios años, truenas, ahora, no nada más tu estado emocional esta hecho pedazos, tu vida es un completo caos.
Toda una tragedia, te sientes perdido, pero bueno, se ha comprobado que todas las personas pasan por una crisis existencial al final de cada década, pero que en la de los 30, como es la mitad de tu vida ésta se profundiza mas.
Y es verdad, quizá lo quiera definir como cuando se pasa por un puente, en la que la incertidumbre socava los pilares de alguno de los aspectos de tu vida, se esta como atrapado con tus opciones, pues volteas al pasado y ves lo que has hecho, las decisiones que tomaste en los años 20, quizá buenas, quizá malas, el deseo de trascender en el área laboral te llegue a frustrar por no estar parado muy cerca donde alguna vez pensaste, considerar si tu actual trabajo es realmente el vehículo que te llevará a cumplir tus sueños.
Lo afectivo no se queda atrás, hemos nacido en una generación donde figuras como Steve Jobs o Marck Zuckerberg, representan al prototipo del millenial perfecto, aquel prototipo donde a los 30 años debiste haber triunfado en todos los aspectos, con una familia, un matrimonio feliz, éxito laboral, éxito material, y es que una sociedad de consumo como en la que vivimos, que orilla a que los ideales del corazón entren en conflicto con los paradigmas sociales ó que el Darwinismo Social hace que si te has quedado rezagado en algún rubro de tu vida entres en una espiral de autodestrucción.
Depresión, inseguridad se ciernen como una sombra inexorable sobre tu vida, que te ahoga, que no te deja respirar.
Pero es importante saber que una crisis es un cambio,un proceso, se dice que el dolor no nada más viene acompañado de un curso intensivo de sufrimiento, si no de aprendizaje, el cambio, un proceso donde a veces, lastimosamente se toca fondo, pero que una vez llegado a este punto, se tiene una nueva vida y la claridad suficiente para levantar la mirada, recomponer tu camino, empezar a aplicar todo lo que se aprendió e iniciar la mejor época de tu vida, donde la mayoría de las grandes personalidades de la historia han hecho, de los 30 a los 60 años.
Uno va cambiando y dejando atrás otras vidas, una metáfora interesante del Leviathan de Thomas Hobbes que dice que para avanzar no basta únicamente la razón, también es necesario avanzar con el corazón, pues este, es el único que realmente nunca se equivoca, por eso siempre hay que regresar a los recuerdos que te alegran el corazón, que siempre van contigo, te recuerdan quien eres, como cuando ves una película ó un libro varias veces, siempre te dicen cosas distintas.
Pero el amor lo puede todo y quien de verdad nos ama sabrá respetar o leer por lo que estamos pasando. No puedes apresurar al amor. No, sólo tienes que esperar.
¿Estás preparado para una de las lecciones más importantes de tu vida?
Libertad es la bandera con la que se constituyeron casi todos los países, desde la perspectiva de un preso, la libertad mas que una palabra, es el sueño mas deseado, libertad a menudo causa confusiones, pues cuando de esta se abusa, creyendo ser libre, se convierte en libertinaje , durante cientos de años ha muerto mucha gente en nombre de la libertad, en Estados Unidos la libertad es la estatua más valiosa. ¿Qué diría Abraham Lincoln si se diera cuenta que de nada sirvió haber abolido la esclavitud hace 150 años?, cuando ahora sus ciudadanos son esclavos de su propio sistema, ¿Qué pasará por la mente de un águila o de un colibrí cuando son encerrados en una jaula?, cuando se priva de la libertad a alguien lo único que se logra es, retenerlo físicamente, pero su mente y espíritu se habrá perdido para siempre, hay unos como Joan Sebastian que empeñarían lo más valioso que tienen: su libertad; ó como Simón Bolívar que ejecutó de una manera magistral la libertad, tan es así que se ganó el mote de Libertador de América.
Mientras tanto montar una bici es una forma particular de entender la libertad, lo digo por experiencia, pues cuando se anda en bicicleta ademas de ejercer un fuerte dominio de la concentración, se llega a sentir la auténtica libertad, el simple hecho de que te roce el aire te hace sentir libre, así como existen ideologías a las que muchas personas pertenecen, yo creo fervientemente en la ideología del ciclismo, ya decía Robert Hanks que andar en bicicleta es como la base de la pureza, la economía del movimiento, la generosidad con el ambiente y es que pedalear en silencio, concentrado en el esfuerzo que te exigen los caminos, el placer que te imprime deslizarse por los descensos, escuchar el gorjeo de las aves, apreciar las montañas, los valles, las barrancas, los ríos, también es una forma de reencontrarte cuando el espíritu esta bajo, es una forma de escuchar a tu corazón, es una forma de conocerte mejor, el ciclismo es quizá uno de los mejores inventos de la humanidad,con grandes amigos hemos recorrido juntos grandes travesías, si se me permite un consejo, que yo pienso que sí, pues es mi Blog, así como algunos se convierten al cristianismo, al judaísmo, yo los invito sinceramente a que se conviertan al ciclismo.
“El tener Libertad externa no es suficiente para poder volar”
Enrique Cortés Islas “Pico”, nació con el pelo pelirrojo, le pusieron el mismo nombre que su padre, abuelo y hasta de su bisabuelo, desde mi perspectiva un regalo de Dios pues yo que también soy Cortés al menos de apellido, me enorgullezco de esa estirpe un poco rara, divertida y a veces hasta medio loca, ¿Pero que le vamos a hacer? aunque si Pico viera esto, quien sabe que diría, esto me remonta a que en su muy temprana infancia Pico y mi tío Kiki fueron a buscar a mi abuelo Enrique Cortés II que se encontraba en un taller de hojalatería y este lo molestó diciéndole que tenía los pelos de huinumo siendo que mi abuelo también era pelirrojo, a lo que Pico se chupó un dedo y mi tío Kiki le dijo que no lo hiciera y al no ver respuesta mi abuelo le dio una nalgada, cosa que Pico jamás se lo perdonó y nunca lo vio con los mismos ojos.
Pico fue junto con Lalo su hermano; de mis más allegados y queridos primos del lado materno, pues el resto de mis primos varones estaban en comparación a nosotros demasiado mayores, con ellos prácticamente crecí, y es que yo siendo un niño inquieto y con padres conservadores encontré un paraíso en el rancho de la familia Islas, una familia digna de admirarse pues su manera de ayudarse y unirse debería servir de ejemplo para muchas otras, es ahí donde mi tía Flor siempre aprobó las peores travesuras que se nos ocurrieran sin poner un solo pero, incluso se nos unió en muchas de las ocasiones.
Pico y yo, ambos del 87, fuimos durante nuestra infancia muy felices a lado de otros primos de él como Chey, Marianita, Xareni, Gepi yDiego; acompañados de hijos de amigos de mis tíos como Robe y Mayito, por mencionar a los de mi edad, con ellos hicimos mil travesías por el rancho, exploramos todas las cuevas que existen ahí,como la del oso que según estaba misteriosa e íbamos a ver, otras que no recuerdo el nombre pero una en la cancha de fútbol y otra a espaldas de casa de mi tío Kiki, también subirnos a las máquinas de construcción que el tío Fer tenía abandonadas en distintos puntos del rancho, jugar a que aún servían y manejarlas, meternos al jardín de la tía Celia que digo tía, Sargento Celia y recibir soberano regaño, treparnos a una casita de madera que mi tío Kiki, construyó en un árbol, nadar en los cerros de aserrín del taller de mi tío Kiki, ir a comprarle chayote con chile a la señora que tenía un puesto afuerita del rancho, preservar todas las especies que nos encontrábamos incluso alacranes, jugar en la famosa Benbericua, en la torre de llantas que era toda una aventura escalar o en la tirolesa que salía del área común y viajaba unos 200 metros hasta la cancha de fútbol, donde la caída se amortiguaba por un colchón viejo y amarrado con una cuerda desgastada que te raspaba cuando te recibía, siempre acompañados de los perros Sebastián, Almendra, Alvin, Tequila, entre otros.
Mil viajes; por mencionar algunos, al que ahora se le conoce el 2do salto de la Tzaráracua allá por Charapendo y que en el transcurso del recorrido peleábamos de pick-up a pick-up sobre la carretera, una divertidísma guerra de piedritas. Al Tancítaro cuando nevaba o al volcán Paricutín, de esto último me acuerdo que Pico no quiso escalar el Paricutín porque como ya había ido unas setecientas veces prefería quedarse a dormir en la arena tapándose con un cartón, para mí era increíble ver como hacía esto pues nada mas de imaginarme que anduviera alguna víbora por ahí.
En una ocasión no sé porque razón terminamos en el Rancho de mi abuelito Enrique que tenía en Jujucato, fuimos puros primos; Lucy, Coqui, Pico,Lalo, Calín y yo, mi abuelo como ya he dicho un hombre durísimo no nos dejaba salir fuera del área de la casa pues decía que nos íbamos a engorupar, pero nuestro espíritu como de colibrí, que no sabe estar en cautiverio, nos hizo pasarnos por el arco del triunfo las recomendaciones de mi abuelo, mientras mis primas Lucy y Coqui por órdenes machistas explícitas de mi abuelo, se quedaban confinadas a las labores domésticas. Nos escapábamos a explorar la huerta Pico, Lalo y yo, siendo está quizá una de las pioneras en la industria del aguacate, tenía arboles gigantes de unos 30 metros de altura los cuales subíamos, claro Pico con mucha habilidad y nos aventábamos desde esa altura al suelo sin temor de Dios, recuerdo que caíamos como en un colchón pues ahora sé, que la tierra que ahí es una tierra excesivamente suave llamada “Topuri” .Caminar al borde de un riachuelo que por ahí pasaba y ver la infinidad de alcatraces que nacían al pie, ó las sandías que estaban tiradas a montones en el suelo y que años después supe eran chilacayotes. Molestar al caballo que por ahí habitaba de nombre Lito, subir a una pequeña porción que tenía de monte y que estaba sumamente pedregoso pero de la que se alcanzaba a ver la hacienda donde 100 años atrás había nacido nuestro bisabuelo, Enrique Cortés I, ver como los trabajadores se desempeñaban, hasta que mi abuelo nos iba a buscar por todo el rancho en un Jeep que tenia un claxon muy peculiar, nosotros nos escabullíamos hasta que finalmente daba con nosotros y nos acomodaba respectivo regaño.
Los 3 pelirrojos en Jujacato
A la hora de la comida mi abuelo no nos dejaba darle un sorbo al refresco hasta que termináramos la comida, recuerdo que nos dio en algún momento un ate que estaba medio echado a perder y con un tono enérgico comentó “¡Sáquenle lo bueno!”, esa misma tarde se precipitó un aguacero que nos invitó a jugar debajo de la lluvia, toda la felicidad del mundo fue interrumpida por un estruendo que, sentí era el fin del mundo, pues había caído un rayo en la casa a escasos 20 metros, un escándalo que termino en lloriqueos, sin duda una época genial e inolvidable.
Recientemente tuve la oportunidad de hacer un viaje a Belice con el Club de Buceo de Uruapan Los Chapos, de entre los cuales íbamos mi tío Kiki, Pico,Lalo y yo, recuerdo haberle comentado a mi tío durante la travesía en una avioneta que nos llevó de Belice a una isla paradisíaca en medio del caribe de nombre Caye Caulker que iba a ser una experiencia chingona y difícil de repetir, dentro de las cosas que vimos además de muchas muchachas en bikini, y cerveza Beliceña BELIKIN, observamos infinidad de peces de todos los colores, arrecifes llenos de algas, he escrito “algas”, flora marina, barracudas que nos contemplaban misteriosamente a la par que castañeaban los filosos dientes como retándonos, rayas, mantarrayas águila, millones de caracoles, langostas, morenas, el peligroso pez león, tortugas, tiburón nodriza que es indefenso a los cuales llegamos hasta acariciar y finalmente tiburones punta negra que son lo contrario, cabe señalar que casi todas las especies que veíamos nos huían, salvo los tiburones punta negra que nos inspeccionaban y nos rodeaban como vigilando nuestros movimientos, pues es ahí que Pico no tenía temor a Dios y se iba casi a saludarlos de beso y mano para obtener una foto de muy cerca con su go pro.
Buceando con Pico.Club de Chapos
Lamentablemente Pico mi primo falleció un 15 de Enero del 2017, siempre lo llevaré en el corazón como una alma que me regaló un pedacito de sí mismo, no seriamos las personas que somos si no se nos hubieran atravesado con todas las personas con las que convivimos y más si esta creció junto a ti, todos nacimos para morir, pero duele cuando alguien se adelanta, no obstante queda el consuelo de algún día volverlo a ver como aquel día que después de mucho de no verlo me lo encontré en Tequila Jalisco y nos fundimos en un abrazo mas que fraterno.
Vete a donde tengas que ir, no te detengas, estoy seguro que te esperan muchas aventuras, ¡descansa en paz PICO!
“Te puedes poner como un perro rabioso por cómo salió todo. Puedes maldecir a las diosas de la suerte. Pero cuando llega el final tienes que aceptarlo.”
Hace ya algunos años, cuando yo era apenas un chiquillo, y la oficina de mi Padre y que para efectos de este relato llamaré “Don Sven” era un terreno fértil para hacer mis más terribles travesuras, que consistían por ejemplo en acomodar , los LP de los Beatles en el estuche de Lucha Villa, este a su vez en el estuche del cuarteto y así toda la colección completa, de manera que cuando se fuera a utilizar, pudiera sacar de sus casillas a Don Sven ó al usuario en cuestión, inspeccionar todos los cajones hasta encontrar objetos desconocidos para un niño de 9 años tales como, una máquina de escribir de mil novecientos Carranza, platos de asbesto para practicar tiro con escopeta en los años mozos de Don Sven, un machete , lentes viejos, un encendedor de fiesta que además incluía reloj, un tablero de ajedrez, diversos objetos sin importancia, una pistola 9mm marca Pietro Beretta, además de un universo de libros, los cual yo hojeaba, y que probablemente esto haya desencadenado mi gusto por la lectura, pues es en estos libros que hojeaba, especialmente los que tenían fotos o imágenes de distintas personas, cayó en mis manos uno cuyo título decía CUBA,
al ir avanzando con este libro, me llamó poderosamente la atención las calles, casas, carros de mitad de siglo, como si se hubiera detenido el tiempo, sus playas, su gente, su contraste racial, pero sobre todo el de una mujer cubana con un “Señor puro” en la boca, yo ya había visto en repetidas ocasiones a Don Sven fumando puros, recuerdo haber tenido una extraña sensación al creer que esta mujer quizá estaba loca.
Justamente por aquellos días también vi un día el libro del CHE, un personaje de la historia de Cuba que incluía fotos de muchas otras personas y un nombre que en particular me dio bastante risa, por no decir que me cagué de risa “Camilo Cienfuegos”, ¿Por qué le habían puesto al pobre barbón ese nombre de niña?, ¿Quién le habría hecho tanto daño a sus padres?. También dentro de los discos que yo amablemente desordenaba memoricé nombres como Omara Portuondo, Ibrahim Ferrer, Compay Segundo, Manolín el médico de la salsa, durante algunas comidas familiares los invitados que alguna vez acudieron a mi domicilio siempre les escuche llenar de elogios, la arquitectura de esa bella casa y la música que allí se escuchaba, Don Sven siempre hablaba de esos cantores y al oír esas canciones tan llenas de ritmo, irremediablemente me hacían mover el bote, Don Sven me platicaba de sus múltiples viajes que realizó con sus amigos a la Isla y que mi primo Chino Pérez y que para efectos de este relato denominare “Jector” tuvo atinadamente apodar como “Cuba La Beauty” o “La Bella” pa´ que me entiendas pues, me hablaba de los grandes logros que había tenido Fidel Castro y que para efectos de este, denominaré “Mi Comandante” en el campo de la salud, la educación, y la dignidad de este valeroso pueblo, Don Sven al ver mi sobrado interés me prestó un libro muy interesante y que estaría bueno que se lo leyeran para que se cultiven tantito pues no todo en esta vida es TV Notas, el libro al que me refiero es “100 horas con Fidel” de Ignacio Ramonet que sabrá Dios donde quedó y ruego a todos los santos que, Don Sven 1 de 2, no pregunte por el libro ó lea este relato, pues bien, quedé anonadado con el libro, definitivamente fue mi primer encuentro con la isla a la cual inexorablemente me convertí en amigo fiel de la Revolución y todo lo que ahí habita, estaba decidido a viajar a ese lejano país algún día .
Capítulo 2
Así corrieron varios años desde aquel primer encuentro, en los que poco a poco me fuí empapando de los pormenores de La Isla, opiniones positivas y negativas del régimen, discusiones encendidas con primos, amigos y conocidos, sobre lo mal que Mi Comandante trataba a sus connacionales, el embargo comercial impuesto por los Estados Unidos, el periodo especial por el que pasó Cuba cuando la URSS les retiró el apoyo, la crisis de los misiles, Bahía de Cochinos en Playa Girón, el éxodo del puerto de Mariel entre otros, pero ninguno otro como el que significó que uno de mis mejores amigos se haya ido a vivir para allá, donde estudió en La Escuela Latinoamericana de Medicina, universidad de bastante renombre y quien el propio Ban Ki Moon visitó hace poco comentando que todas las escuelas de medicina del mundo deberían de seguir el ejemplo de esta, Roberto Huerta Castro mejor conocido como “Lester”
y pese a que es un verdadero mexicano y le gusta el tequila de a deveras, guarda un gran parecido con los que allí habitan, cosa que me hace tener el “sospechosísmo” diría Santiago Creel Miranda ex secretario de gobernación de México en el sexenio del “Chachalaca” Licenciado Don Vicente Fox Quezada, que quizá Lester sea por aquello del Castro, primo lejano de Mi Comandante, es así que durante varios años Lester me invitó varias veces a que lo visitara, pero mi situación económica no era digamos estable y por lo tanto tenía que conformarme con las veces que venía de vacaciones, me platicaba sus experiencias, de cómo Fidel alguna vez visitó la universidad y hasta lo saludó de mano, de cómo vivía la gente, las mentiras que los Yankees nos hacían creer, de cuando se transportaba en la Guagua y cómo lidiar con las multitudes que allí se subían , además de esto, fumábamos puros, bebíamos ron y escuchábamos al Buena Vista Social Club, a veces en exceso, si no podía visitar Cuba, cuando menos la podía oír y probar.
Fue así que recién entrado el año 2013 y para mi sorpresa, mi primo Jector que ya era, para esas fechas una autoridad en todo lo que se refería a Cuba La Beauty, pues viajaba aproximadamente de 2 a 3 veces por año para allá, me comentó que había mandado un correo electrónico en el que se leía, mi nombre de pila completo, el nombre de Jector y el del Sanka mejor conocido como Jorge Flores Silva , con un itinerario de la aerolínea Interjet para viajar de la Ciudad de México a La Habana del 26 de mayo (día glorioso para mis Águilas del América) al 4 de Junio de ese mismo año por la módica cantidad de $2,300.00 chuchulucos del águila, una auténtica bicoca y creo recordar que todavía tuvimos la habilidad financiera y milenaria llamada “jineteo” de mandar a meses sin intereses, benditas tarjetas!, solo quedaba hacer las maletas y planear como le daría la noticia a Don Sven, varios días y noches, discutí acaloradamente con Jector, cuál sería la forma más conveniente y honesta, para informarle sin que hubiera problema alguno, que faltaría 10 días a trabajar y que necesitaba fueran con goce de sueldo, resolvimos comentarle que le traería a manera de soborno una caja de puros de mi viaje, cuando llego el día de darle la noticia, se me quedo viendo, pensó un momento y aseveró, “¡Invítenme cabrones!”
Capítulo 3
19 de Mayo del 2013, semifinales del fútbol mexicano, resulta que el Club América FC , le ganaba 4-3 al Monterrey y accedía a la final, lo que significaba que el partido de vuelta por la final, podríamos verlo el domingo 26 de mayo en La Habana Cuba, reunidos mis primos y yo, incluso consideramos posponer el viaje al 27 de mayo y estando en la CDMX ir al Estadio Azteca y apoyar al América, después de varias llamadas a Interjet, decidimos seguir el plan original ya que resultaba muy caro el cambio de fecha, fue así que nos embarcamos en el ETN que salía la noche anterior desde Uruapan y llegaba muy temprano a la CDMX.
Estando ya en el aeropuerto documentados, instalados en la sala de espera de American Express y desayunando resulta que nos topamos con Diplomático que el gobierno de Cuba había mandado a Uruapan para darle seguimiento a la relación del hermanamiento Uruapan-Matanzas y que increíblemente nos reconoció pues Lázaro Baéz Cerpa conocía a Don Sven quien nos ofreció toda la protección necesaria por si tuviéramos un obstáculo en nuestro viaje, le agradecimos el gesto y declinamos el ofrecimiento, cabe señalar que Lázaro tiene un parecido impresionante con el actor internacional Gerard Depardieu, para que conste, pueden pasar a visitarlo a su oficina de enlace ubicada dentro del H. Ayuntamiento de Uruapan y corroborar lo que les digo.
Me senté en medio de mis 2 primos en el avión e iniciamos el recorrido de unas 3 horas aproximadamente acompañados de unas amargas bastante frías, ya cuando el piloto nos anunciaba que estábamos próximos a nuestro destino, quise asomarme a ver como se veía la isla desde 30 mil pies de altura y el resultado es que si bien el mar no tiene un color turquesa uniforme característico del Caribe tiene bastantes manchas del mismo color que hacen un contraste bastante chingón con el mar azul marino.
Finalmente aterrizamos a medio día en el Aeropuerto José Martí de La Habana, un edificio muy chico para ser aeropuerto y bastante descuidado, las limitantes económicas de la isla, fabricaron mis primeras impresiones, muchos turistas que al parecer se veían europeos abarrotaron las filas para pasar por el filtro de migración, después de un buen rato, toco mi turno y al pasar con la oficial, una cubana hermosa, a la Jennifer López, esa mezcla del latino, trigueña, ojos azul agua, cejas muy pobladas, como las de Frida Khalo pero con la importantísima diferencia que las cejas no se comunicaban entre ellas, facciones finísimas, uniforme verde olivo acorde a la Revolución. “Sus documentos.” Ordenó en un tono que me estremeció hasta donde la espalda pierde el nombre, accedí gustoso y esperando que se entretuviera el mayor tiempo posible mientras la contemplaba, antes de que pudiera poner cara de galán me comentó que mi visa para ingresar a CUBA, adolecía de un seguro que incluye el régimen voluntariamente a huevo y que tenía que pasar a la oficina de La Compañía Nacional Revolucionaria de Seguros de Cuba al costado de ese filtro y volver a hacer fila, es decir un “quitarisas”, regresé mentando madres, nada más de pensar en volver a formarme, llegué encabronado con el dependiente de la flamante compañía de seguros cubanos que consistía básicamente de un stand de esos que te venden tarjetas de crédito en los centros comerciales y pedí me vendiera un seguro, ¿para qué lo quiere? me lo pide migración respondí, el cubano alto delgado y ya canoso, me extendió un papel a manera de póliza y me solicitó 30 CUC que era equivalente a unos 400 pesos mexicanos en ese entonces, esa fue la primera de muchas sangradas que me propinaría “Mi Comandante” en nombre de la Revolución .
Finalmente y después de una segunda vuelta en migración logre salir del aeropuerto donde ya se encontraba Lester esperándonos con las botellas abiertas, nos dirigimos al estacionamiento, donde por cierto hacia una calor asfixiante, allí nos esperaba un auto que Lester había rentado por la cantidad de 100 dólares para 10 días, un vehículo de modelo reciente, fabricado en china y cuya cajuela pienso habían fabricado en Liliput, aquel pueblo de los cuentos, donde habitaba gente diminuta, pues no le cabía ¡NI MADRES!, tuvimos que poner parte del equipaje en la parte trasera del auto.
Emprendimos el camino a La Habana que estaba a unos 30 minutos de distancia, no sin antes pararnos en el primer autoservicio a comprar cerveza Cristal, el eslogan decía algo como “ la preferida de Cuba” y conforme pasaron los días entendí por qué era la preferida, no existía otra cerveza.
En lo que respecta al hospedaje no reservamos ningún hotel pues Jector quien sabemos es una autoridad, recomendó que nos hospedáramos en casa de cubanos y vivir la experiencia directa con el día a día de los dueños en cuestión, fue así que nos pusimos manos a la obra pues el partido del América era en unas cuantas horas y la “infraestrochor” según Peña en materia de telecomunicaciones, es bastante paupérrima por lo que tendríamos que buscar en donde pudiéramos ver el partido, en Cuba hay un símbolo que es muy común ver en las puertas de muchos hogares, este símbolo es como una “T” ondulada que tiene una leyenda al pie, “Arrendatario en Divisa”, allí puedes tocar a la puerta y pasar a conocer el domicilio así sin más y si te gusta ya está, nada más te arreglas con el arrendatario en lo que a los pesos se refiere, después de visitar varios lugares que no eran del total agrado de la autoridad presente, finalmente dimos con un departamento en un edificio en la colonia “El Vedado” que se veía en sus años fue lujosísimo, se encuentra justo a media cuadra de la plaza Coppelia, el Hotel Habana Libre y “La Rampa” avenida donde hay gran cantidad de negocios, tomamos el elevador que nos hizo perder la inocencia , llegamos al piso 1, tocamos la puerta, esperamos unos segundos y nos recibió un Cubano de nombre Roberto, no, no era Lester, tenían el mismo nombre nada más, este personaje cabe señalar alto, fornido y de entre sus mayores virtudes es que era un huevonazo, que durante toda nuestra estancia, ladró de todos los temas, jamás se paró de la sala de tv que compartíamos, de hecho se vestía todos los días, con un bermuda de mezclilla que por lo deteriorada daba el gatazo de haber sido un “Stone Wash”, acompañada de una camisa azul marino manga corta, percudida con ganas, sandalias para el calor y que dentro de sus habilidades regenteaba a su esposa, una negra con problemas severos de obesidad, pero que como contrapeso si es que tenía , es que la criatura era una lindura en toda la extensión, pues nos trataba como cuando Moctezuma vio llegar a Hernán Cortés creyendo que éramos el mismísimo Quetzalcóatl, nos ofrecía toda clase de atenciones, suministros de la preferida de Cuba y hasta nos preparaba de desayunar unos revoltillos, acompañados de tostadas de mantequilla con mermelada que me cae ni Obama la tiene, detallazo que no estaba incluido en el precio del hospedaje que según recuerdo fue de 35 a 45 dolarucos más o menos por día, claro con la segunda sangrada del régimen en materia de impuestos y calculada por el huevonazo al tanteo, esta incluía departamento con piso de mármol como el que se utiliza en los panteones, 2 habitaciones, 1 baño completo, vista al mar, también al malecón, terraza y sala de televisión que no utilizamos si no para comentar las tonterías que hicimos y que el huevonazo nos aplaudía.
Capítulo 4
Una vez instalados con el huevonazo, abordamos el carro enfundados en sendas playeras del América y yo en ese entonces traía un moustache para dar un perfil revolucionario que me había costado dejármelo cerca de 90 días, pero eso sí, sombreros tipo panameños y bermudas para el calor, después de una breve votación que resultó en 3 votos a favor contra 1 de que Lester habría de ser el conductor resignado para su mala suerte por el resto del viaje, emprendimos un tour por todos los hoteles del malecón, buscando donde ver “al Ame”, así es que conocimos el hotel Habana Melía Cohíba, un auténtico rascacielos de cuando menos 20 pisos y desde donde se domina buena parte del mítico malecón, muy lujoso y quizá desde mi perspectiva el edificio más moderno de La Habana, ahí justamente fue que encontramos un bar donde efectivamente transmitirían la final del “Ame”, inclusive ya estaba anunciado que a las 8 empezaba el partido, el reloj marcaba más o menos las 6:30 pasaditas, si bien ese bar tenia todos los servicios que necesitaríamos, no tenía mucho ambiente y decidimos que mejor saldríamos a buscar otro lugar , seguimos el camino no sin antes dar un rol por la colonia Miramar, una zona residencial que hasta antes de la Revolución vivían las familias más adineradas de La Habana con mansiones suntuosas, fachadas eclécticas, casas con piscinas, amplias avenidas arboladas, club de yates, clubes sociales entre otras comodidades, ahora en esa zona está instalado todo el aparato diplomático del mundo con sus respectivas embajadas, consulados, etc.
Es común ver entre las calles a diferencia de otras zonas, carros nuevos y sobre todo de lujo, con placas diplomáticas, gente de traje y también una zona de restaurantes, bares, y antros, con mucha vida, se me asemeja un poco a Coyoacán ó San Ángel Inn en la CDMX. Y a Colinas de San Javier en Guadalajara, después fuimos al Hotel Nacional de Cuba, un hotel también muy alto y que destaca entre las construcciones del malecón pues es toda una institución en Cuba, ahí se juntaron alguna vez varios personajes conocidos de la mafia americana en tiempos de Batista como, Meyer Lansky, Lucky Lucciano, Frank Costello, Santo Trafficante Jr. entre otros, el hotel es de arquitectura clásica y ahí ha habido muchas recepciones diplomáticas, las paredes del hotel al menos en el lobby y el tiempo que yo estuve presente eran fotos de Mi Comandante por ejemplo con el Rey de España, con el presidente de Irán Mahmud Ahmadineyad, el presidente de NorCorea Kim-Yong-Il, y también de personajes revolucionarios como Emiliano Zapata, Lázaro Cárdenas del Río entre otros muchos líderes.
Nos informaron que el restaurante tenía algún problema y por lo tanto no iban a transmitir el juego, recorrimos así varios lugares donde no nos fue posible encontrar para empezar una tele decente y señal de cable, después de mucho rolear, Lester tuvo la magnífica idea de ir a Miramar a un restaurante que se llama El Algibe, un lugar excelente en cuanto a comida tradicional se refiere , buen ambiente y con altas posibilidades de que transmitieran el juego, cruzamos media Habana y efectivamente arribamos al lugar que estaba bastante decente a comparación de muchos que habíamos visto, nos atendieron de inmediato y nos preguntaron si queríamos área de restaurante o área de bar, solicitamos comer pero en el área del bar.
Fue así que nos instalamos a comer un pollo asado con arroz congrí, frijoles y platanitos fritos muy diferente a lo que conocemos en México mientras veíamos desconsolados el partido, pues faltaba 1 minuto para que perdiéramos el campeonato, estábamos incluso planeando que pasos dar y como evadir la carreta de los chivistas en México que tendríamos 10 días después, porque no hay señal de celular en Cuba, cuando de repente en el minuto 93, Moi Muñoz guardameta del equipo, se metió al área y con un cabezazo mandó a las redes, un servicio de tiro de esquina a la prórroga, estallamos en euforia, brincamos, nos abrazamos, gritamos como locos, aventamos los tragos y todo cuanto destrozo se conozca, todo era risas y diversión hasta que la Policía Nacional Revolucionaria de Cuba representada por unos mamíferos irrumpieron en el lugar con arma en mano y con la actitud sobrada para rompernos la que nos parió, fue tal el relajo que hicimos, que han de haber creído que estábamos asesinando o siendo asesinados, al encontrarnos abrazados con las playeras del equipo y la tele sintonizada en el respectivo canal, guardaron sus armas y digamos que nos recomendaron “amablemente” guardáramos la compostura.
Poker de Águilas.
Capítulo 5
Después de esa épica noche de celebración que culminó con un intensivo recorrido en los antros de Miramar como La casa de la Salsa, 2 Gardenias, La Cecilia, etc. Amanecimos con una cruda digna del 11° campeonato y del equipo mas ganador de México, la parte en la que logramos pararnos, vestirnos y desayunar fue una escena tan triste que mejor me avocaré a cuando contratamos al primer taxi que se atrevió a levantarnos, conocernos y lo que conlleva 3 solteros en Cuba, el buen Lisandro que a 4 años de distancia se ha vuelto en un amigo entrañable y nos ha atendido muy activamente las veces que hemos regresado a la isla, nos llevó a conocer La Habana vieja en donde se puede vivir la auténtica esencia de Cuba, por ejemplo gente en la pobreza extrema pero bailando y cantando como si nada le faltase, gente asomada por las construcciones viendo la vida pasar, cafés con cubanos hablando en voz alta y ¿que creen? a la mujer que yo había visto en el libro de Don Sven pero que con el paso de los años ya casi era hombre, claro fumando tremendo señor puro, también al centro Habana donde se encuentra el hermosisimo y original Capitolio que tiempo después los gringos copiarían para si mismos.
Iniciamos nuestro recorrido en el bar Floridita famoso por que Ernest Hemingway lo frecuentaba, además que ahí se inventó el Daiquiri y que por $6 CUC disfrutas del mejor de tu existencia, platanito frito de botana y amenizado por un grupo de música en vivo, bastaron 2 preferidas de Cuba, 2 mojitos, 7 Daiquiri ( que para esas alturas me costo pronunciar) y 4 cubas de Habana Club para que se nos brotaran cualidades que hasta ese momento habían permanecido ocultas, por ejemplo mi primo Sanka que hasta ese momento había presentado una conducta irreprochable, argumentó estaba siendo afectado por la “chiripiorca”, mal que lo hacia mover los pies mas rápido que cualquier salsero de cuba y bailar sin un patrón definido, Lester hacerse pasar por Cubano para que pudiéramos pagar en pesos cubanos, moneda diferente al CUC y que es utilizado por los cubanos únicamente, Jector preguntar en donde podíamos encontrar a “Mi Comandante” a cualquier hijo de vecino que se atravesara, recuerdo que una mujer lo increpó de manera altanera diciendo ¿apoco es tu comandante? a lo que mi primo con un temple de hierro respondió y ¡el tuyo también!, yo por mi parte solicité me tocaran 4 veces la de “Guantanamera, 11 veces la de “María Cristina nos quiere gobernar” y 23 veces me pusieran la de “La mitad de La Habana” de Manolín pero que como es persona non grata de “Mi Comandante” se negaban rotundamente a interpretar aunque por mi férrea necedad accedieron a tocarla una sola vez.
Con tal felicidad sobre nuestros hombros salimos muy motivados a recorrer la calle obispo donde se pueden ver edificios coloniales, hoteles de lujo, restaurantes, bares, tiendas de recuerdos, en algún punto el Granma, también el tanque con el que “Mi Comandante” repelió en Bahía de Cochinos, tomar jugo de caña con ron mejor conocido como “Guarapo” y que nos destapó hasta las vias urinarias,la fábrica del Ron Havana Club,
la de los puros Cohiba, mas adelante junto al morro, un corredor de restaurantes donde comimos en uno de nombre “El Templete” donde tardaron cerca de 90 minutos en servirnos los platillos
y que en ese intermedio curiosamente atravesó inocentemente caminando un grupo de música cubana, para solicitar los respectivos servicios y repetir la misma dosis que en el Floridita, merodear de bar en bar, bailar al ritmo de los guajiros, contagiarnos de la chiripiorca, malacopear, hartar a Lisandro al grado de abandonarnos a nuestra suerte, aparecer quien sabe como en un antro de Miramar discutiendo con un Negro de dos metros por la pequeña razón de que le acerque a su acompañante la cuba fría en la espalda destapada por un escote muy provocativo y que de no ser por la milagrosa aparición de Lázaro Baéz me hubieran reventado la que me parió, finalmente después de el pequeño incidente, abordar un taxi que nos dejó a medio camino, trepar una bici taxi que igualmente nos abandonó y caminar hasta nuestro domicilio en el Vedado, y que al ver al huevonazo literalmente sufrí un desmayo de cansancio y amanecer igual que para el décimo primer campeonato.
Capítulo 6
Nunca olvidaré esa hermosa travesía que emprendimos por la carretera central que no tiene rayita pintada en medio a modo de señalización, tampoco tiene banqueta o acotamiento y los guajiros caminan a media carretera como si tuvieran crédito en la funeraria, a ciudades como Matanzas, Trinidad, Santa Clara, Sancti Espiritus, ó “Sanka Espiritus” en honor a mi primo Jorge según Jector, Tope de Collante que es un parque nacional protegido de cuba y medio montañoso si se considera que la mayoría de Cuba es planicie, en el cual, el carro que habíamos rentado, y venía bajando por un tramo angosto y en mal estado, pero con paisajes impresionantes, incluyendo barrancas, se le dio la gana no funcionarle los frenos, íbamos directos a colisionarnos cuando Dios nos mando un llano bastante generoso que redujo nuestra velocidad hasta justamente detenernos afuera de una caseta en medio de la selva, donde no había ninguna civilización salvo un individuo que vendía ron Cubay, decidimos comprarnos una botella y apaciguar el nervio mientras se enfriaban los frenos del carro.
Pa´l susto!
Después de este pequeño incidente proseguimos nuestro camino a Cienfuegos, Ciego de Ávila y Camaguey, nuestro objetivo era llegar hasta una playa que según nos habían dicho era paradisíaca que se llamaba Guardalavaca muy cerca de Santiago de Cuba, pero que mi primo Jector bautizo como “Keep the Cow”, como el tiempo lo teníamos encima debido a las parrandonas que nos aventamos, nos impedía seguir al pie el itinerario, decidimos de Camaguey desandar el camino.
Me llevo los paisajes de Cuba, su gente, siempre alegre, siempre dispuesta a ayudarte, con un alto sentido de la dignidad, con alto nivel educativo esto incluye cobertura total, servicios de salud a cualquier persona que se presente tenga la nacionalidad que tenga, incluso gringos,la palabra analfabetismo no existe en los diccionarios cubanos ,también índices de Sida nulos e importantes avances en la economía pese a estar bloqueados por el Imperio por donde se le vea.
Siento tristeza a veces cuando platicando con gente en México se refieren a Cuba y su régimen que si bien no es perfecto al igual que el capitalismo, como si fuera la peor cosa del mundo, eso es lo que nos han hecho creer los medios, necesitaría uno ir a Cuba y darse cuenta por sus propios ojos de lo que realmente significa, si bien tienen muchas limitantes por ese garrote con el que, inútilmente, se pretendió doblegar la voluntad del pueblo cubano, la verdad es que ir a la Isla es una lección de vida y entender que la libre autodeterminación de los pueblos es como el Bohemian Rapsody de las teorías de la Libertad que el capitalismo enarbola.
Los dejo con una reflexión sobre el capitalismo y explica mucho mejor lo que les quiero decir.
“Y yo pregunto a los economistas políticos, a los moralistas, si ya han calculado el número de individuos que es necesario condenar a la miseria, al trabajo desproporcionado, a la desmoralización, a la infamia, a la ignorancia crapulosa, a la desgracia invencible, a la penuria absoluta, para producir un rico.” Jose Saramago.